Canfranc: La Majestuosidad Olvidada, Historias de Oro, Guerras y un Área Perfecta #130

Canfranc Estación: Un Símbolo Faraónico entre Montañas y Guerras

 

Canfranc Estación, justo en la frontera aragonesa con Francia, es un lugar donde la historia se cuenta a través de la arquitectura monumental y el silencio de los Pirineos. Esta pequeña localidad esconde una fascinante historia de progreso, codicia, guerra y decadencia, una narrativa que hoy se renueva con la inauguración de un lujoso hotel y un área de autocaravanas práctica y ordenada.

La Época Dorada: Cuando la Utopía se Encontró con la Realidad

 

A mediados del siglo XIX, Europa, en la cúspide de su poder tecnológico y cultural, concibió la idea de conectar España y Francia mediante una línea ferroviaria que uniera Zaragoza, Jaca y Canfranc. Fue un proyecto faraónico que desafió los límites de la ingeniería: la construcción del túnel de Somport (8 km) y la colocación de raíles sobre laderas que acumulaban hasta tres metros de nieve.

El 18 de julio de 1928, el rey Alfonso XIII de España y el presidente francés Gaston Doumergue inauguraron la majestuosa Estación Internacional de Canfranc. La estación era un símbolo de progreso y lujo en una época de carreteras rudimentarias y navegación marítima lenta. Diseñada para ser un palacio, se levantó en medio de un pueblo de campesinos que vivían con lo justo y, en su mayoría, eran analfabetos. Este contraste entre el lujo de la aduana y la pobreza rural marcó la época dorada del tráfico ferroviario, un privilegio para los pocos que podían costear el pasaje entre Madrid y París.

 

Guerras, Oro Nazi y la Hipocresía de la Neutralidad

 

Esta alucinación colectiva de progreso se topó con la crudeza de la historia. Con el estallido de la Guerra Civil Española en 1936, la frontera se cerró. La estación reabrió en 1940, solo para cargas, bajo la ocupación nazi de Francia y la dictadura de Franco en España.

Canfranc se convirtió en un nudo de la historia oculta de la Segunda Guerra Mundial. La historia oficial, escrita por los vencedores, esconde cómo las dictaduras «neutrales» de España y Portugal se lucraron con la venta de wolframio (o tungsteno), un metal crucial para endurecer el acero militar. A cambio, recibían lingotes de oro, supuestamente robados a los judíos, que llenaban los bolsillos de los amigos del poder.

La historia no oficial de Canfranc habla de espías, traiciones y de la huida de miles de exiliados, muchos de ellos judíos adinerados. Estos ricos lograron comprar su libertad, sobornando a los franceses pro-nazis, a los implacables miembros de las SS (que se ablandaban con dinero) e incluso a la Guardia Civil franquista, que hacía la vista gorda para otorgar salvoconductos hacia los puertos de Bilbao o Valencia. Como casi siempre en la historia, los ricos escaparon, mientras que los pobres fueron asesinados en las cámaras de gas. Una realidad que se repite hoy, como evidencia el contraste entre los compatriotas ricos que disfrutan de las playas del Mediterráneo y los pobres que mueren en los frentes de guerra.

 

Decadencia y Resurgimiento: De la Ruina al Lujo Hotelero

 

En 1948, la estación Canfranc volvió a operar para pasajeros, ya sin el glamour inicial. La decadencia se acentuó con la mejora de las carreteras y el auge de la aviación. El golpe de gracia llegó el 27 de marzo de 1970, cuando un tren descarriló y hundió el puente de Estanguet, interrumpiendo el tránsito binacional. La estación se convirtió en una impresionante ruina durante décadas.

Tras años de gestiones, el edificio principal fue rehabilitado y reinaugurado en 2023 como un hotel de cinco estrellas, un renacimiento que ha ordenado y embellecido todo el entorno, incluyendo una estación de pasajeros de tren mucho más moderna.

Hoy, Canfranc Estación es un destino turístico clave, no solo por la majestuosidad de su edificio (que atraía visitantes incluso como ruina), sino por su cercanía a dos grandes pistas de esquí y múltiples rutas de trekking.

 

Análisis del Área de Autocaravanas: Orden y Comodidad Pagada

 

La renovación de la zona incluyó la construcción de una nueva área para autocaravanas, un parking mejorado en un lugar donde, según se rumorea, ya existía una zona de estacionamiento gratuito. El equipo pagó 9 euros en mayo de 2024.

Puntos clave sobre el área:

  • Precio: 9 euros por día.
  • Estado: Nueva y ordenada, aunque aún «en construcción» (le faltaba la barrera física de acceso). Esto provoca que algunos usuarios sin escrúpulos realicen el cambio de aguas sin pagar, aunque la presencia constante de la Guardia Civil asegura la vigilancia.
  • Servicios: Incluye electricidad (aparentemente de 10 Amperes) y un área de cambio de aguas nueva y bien implementada.
  • Parcelas: De tamaño razonable, justas para la autocaravana y un par de sillas.
  • Entorno: El área es de cemento, muy práctica y limpia (sin barro ni tierra), aunque carece de sombra directa. Su altitud y cercanía a las montañas aseguran un clima fresco en verano.
  • Ubicación: Inmejorable para visitar la estación y el pueblo.

 

Calificación Final de Autocaravana Práctica

 

El área es práctica, segura y con servicios de calidad que justifican el precio, a pesar de las críticas de quienes prefieren la gratuidad total.

  • Ubicación: Cinco estrellas. El lugar perfecto para alojarse y visitar la Estación Internacional de Canfranc.
  • Servicios: Cuatro estrellas y media. Incluye electricidad y cambio de aguas, con una alta seguridad.
  • Relación Calidad-Precio: Cuatro estrellas. El precio es razonable para cubrir los gastos de mantenimiento, aunque existe el debate sobre si los servicios municipales deberían ser simbólicos.

Canfranc Estación es una parada esencial en Aragón, un lugar que invita a la reflexión histórica y ofrece al viajero en autocaravana una base ordenada y cómoda para explorar las puertas de los Pirineos.

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