Un enclave perfecto para viajeros en ruta
Le Barcarès, en la costa mediterránea francesa, se ha consolidado como uno de los destinos favoritos para quienes viajan en autocaravana. No es casualidad: el ayuntamiento ha creado un área amplia, equipada y a un precio muy competitivo, lo que permite a los viajeros disfrutar tanto de sus playas como de su rica historia.
Precios que invitan a quedarse
El sistema es completamente automático, aunque en algunas épocas del año una empleada del ayuntamiento ofrece asistencia. El pago solo se admite con tarjeta y varía según la estancia: 8 euros por un día, 7,50 si se contratan dos noches, y 6 euros por jornada para estancias de más de cinco días. Una tarifa difícil de igualar en la región.
Servicios incluidos en la tarifa
La gran extensión del área —con unas 150 a 160 plazas— permite encontrar fácilmente un lugar. Una vez estacionado, el viajero puede sacar su toldo, sillas y mesas, aunque está prohibido encender fuego.
Los servicios básicos están cubiertos: cambio de aguas gratuito, baños con duchas de agua caliente sin coste adicional, electricidad de 10 amperios (de contratación aparte pero sin límite de uso) y espacios de picnic. Incluso existen duchas exteriores de agua fría para quienes buscan algo rápido tras un día de playa.
Un área masiva pero funcional
La masividad puede ser vista como ventaja o inconveniente. En temporada alta, el gran número de viajeros puede provocar colas para cargar agua o usar los baños, ya que solo hay cuatro cabinas. Sin embargo, fuera de los meses más concurridos, la amplitud del lugar se convierte en un punto a favor: el ambiente es distendido, con suficiente espacio para todos.
Detalles por mejorar
El área carece de lavandería y secadoras, algo que los usuarios valoran especialmente en estancias largas. También, al ser un espacio ventoso, puede resultar incómodo en determinados días. Aun así, el equilibrio entre precio y servicios compensa sobradamente estas limitaciones.
Una ciudad con historia y tradición
Más allá del área, Le Barcarès ofrece al viajero una experiencia completa. Su litoral presume de playas de arena dorada y fina, perfectas para el descanso. La ciudad guarda una fuerte conexión con episodios de la Guerra Civil Española y conserva un barco encallado convertido en atractivo turístico. Además, organiza la tradicional Feria de Noël en diciembre, con patinaje sobre hielo y actividades familiares.
La oferta gastronómica también sorprende: los restaurantes del puerto destacan por sus mariscadas y precios más accesibles de lo esperado, incluso en comparación con ciudades españolas cercanas.
Conclusión
Le Barcarès combina lo mejor de un área de autocaravanas bien gestionada con la riqueza cultural y turística de la región. Con tarifas reducidas, servicios incluidos y una ubicación privilegiada frente al Mediterráneo, se convierte en una parada recomendable para cualquier ruta por el sur de Francia.
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