Cangas de Onís: entre la tradición, el turismo y la vida en autocaravana #118

En el corazón de Asturias, al norte de España, se encuentra Cangas de Onís, un lugar que muchos viajeros definen como un punto de encuentro entre la historia, la naturaleza y el turismo moderno. Esta ciudad, célebre por su puente romano y por ser la puerta de entrada al Santuario y los lagos de Covadonga, recibe cada año a miles de visitantes que buscan descubrir la esencia asturiana. Pero Cangas no es solo una postal histórica: también se ha convertido en un lugar estratégico para quienes viajan en autocaravana, una modalidad de turismo que no deja de crecer en Europa.

La pregunta que surge al llegar es inevitable: ¿Cangas de Onís es un destino en sí mismo, un lugar de paso o simplemente una base para recorrer la zona? La respuesta, como suele ocurrir en los viajes, no es única. Para algunos, el encanto del casco urbano, la gastronomía y la vida nocturna son motivos suficientes para quedarse varios días. Para otros, la ciudad funciona como un campamento base desde el cual partir hacia excursiones por el Parque Nacional de los Picos de Europa. Lo cierto es que, en cualquiera de los casos, este enclave asturiano tiene mucho que ofrecer.


Un destino de multitudes

Cangas de Onís ha experimentado en los últimos años un crecimiento turístico notable. Durante la temporada alta —que incluye la Semana Santa, los meses de verano y los tradicionales puentes festivos— la ciudad se transforma en un hervidero de visitantes. El atractivo principal es sin duda el Santuario de Covadonga, considerado uno de los lugares más emblemáticos de España. Miles de peregrinos y turistas acuden cada año a esta joya arquitectónica incrustada en la montaña, que además guarda un profundo simbolismo histórico: allí comenzó la Reconquista con la batalla de Covadonga en el año 722.

La masificación, sin embargo, también tiene su costo. En temporada, el acceso al santuario solo está permitido mediante transporte público desde los aparcamientos habilitados en la base. Y aunque los visitantes suelen aceptar esta medida como parte de la logística, muchos lamentan que la experiencia pierda parte de la espontaneidad de antaño. Algo similar ocurre con los lagos de Covadonga, cuyas aguas cristalinas y entorno alpino atraen a miles de curiosos. El acceso en vehículo particular está restringido y ya se discute la posibilidad de limitar aún más la presencia humana para preservar el ecosistema.


El parking para autocaravanas

En medio de esta realidad, el ayuntamiento de Cangas de Onís ha dispuesto un parking para autocaravanas en pleno centro urbano. Ubicado a unos 300 metros de la calle principal, el área se ha convertido en un punto estratégico para quienes recorren Asturias sobre ruedas. La localización es ideal: desde allí se puede caminar hasta los bares, restaurantes y tiendas sin necesidad de mover el vehículo, y también se accede fácilmente a la estación de autobuses, desde donde parten los transportes hacia Covadonga y otras atracciones.

El espacio reservado para autocaravanas es limitado —apenas entre 15 y 20 plazas—, pero en temporada baja suele ser suficiente. Cuando se llena, las furgonetas y campers pueden estacionar en los espacios destinados a los coches, aunque existe polémica: varios usuarios han denunciado sanciones por ocupar más espacio del permitido. La policía local, según relatan, aplica la normativa con rigor, lo que genera tensiones entre viajeros y autoridades.

El servicio es gratuito, lo que supone un valor añadido frente a otras áreas de pago de la región. El área cuenta con una zona de vaciado y llenado de aguas, aunque se trata de un solo punto, lo que en momentos de alta afluencia puede generar esperas. No dispone de baños ni duchas, aunque los viajeros pueden recurrir a alternativas cercanas: la estación de autobuses ofrece sanitarios y el gimnasio municipal permite el uso de duchas por un precio reducido, en torno a dos o tres euros.


Vida en la ciudad

Lo que distingue a Cangas de Onís de otras localidades asturianas es la vida urbana que ofrece a los viajeros. Pese a su tamaño compacto, la ciudad concentra una buena oferta de bares, sidrerías y restaurantes. Allí se puede disfrutar de una fabada asturiana abundante, de un cachopo para compartir o de la sidra escanciada de la forma tradicional: vertida desde lo alto para oxigenarla. Los precios, comparados con otros destinos turísticos de España, resultan accesibles, lo que convierte a Cangas en un lugar atractivo para quienes viajan con presupuesto ajustado.

Más allá de la gastronomía, la ciudad ofrece paseos breves y agradables. El icónico Puente Romano, con su cruz colgante, es visita obligada y escenario de miles de fotografías. A pocos metros, la iglesia de Santa Cruz recuerda los orígenes históricos de la villa. Todo ello puede recorrerse a pie en apenas unas horas, lo que refuerza la idea de que Cangas es un destino cómodo y accesible.


Aventura y naturaleza en los alrededores

Para quienes buscan actividad física, Cangas de Onís es también punto de partida de numerosas experiencias. Una de las más populares es el descenso en kayak por el río Sella, un recorrido accesible incluso para principiantes. La logística, sin embargo, obliga a contratar empresas locales que facilitan el transporte y el material. Aunque algunos lo consideran demasiado turístico, la experiencia es valorada por su belleza y por el ambiente festivo que suele acompañarla.

La bicicleta de montaña y las caminatas por senderos también son opciones destacadas, especialmente para quienes desean explorar la naturaleza asturiana a su propio ritmo. Los viajeros más aventureros pueden adentrarse en los Picos de Europa, aunque conviene hacerlo con precaución o en compañía de guías locales.


Entre el destino y la base

La discusión sobre si Cangas de Onís es un destino en sí mismo o una simple base para recorrer la región parece eterna. La respuesta probablemente esté en un punto intermedio. La ciudad ofrece lo suficiente como para justificar una estancia de uno o dos días: gastronomía, historia, vida nocturna y un ambiente acogedor. Pero su verdadero valor radica en su ubicación estratégica, que permite acceder fácilmente a las joyas naturales y culturales de Asturias.

Así, quienes llegan en autocaravana encuentran un equilibrio interesante: pueden estacionar en el centro, disfrutar de la vida urbana y al mismo tiempo utilizar el parking como campamento base para excursiones diarias. Esta dualidad explica por qué Cangas de Onís aparece cada vez con más frecuencia en las rutas de los viajeros sobre ruedas.


Opiniones encontradas

Como ocurre en muchos destinos turísticos, las opiniones sobre Cangas de Onís varían. Para algunos, el encanto del lugar compensa con creces las limitaciones del parking y la masificación en temporada alta. Para otros, la falta de servicios específicos para autocaravanas, la rigidez policial y la saturación de los accesos a Covadonga restan atractivo.

La valoración general, sin embargo, es positiva. Quienes han recorrido otras partes de Asturias destacan que pocas localidades combinan tan bien la ubicación céntrica, la accesibilidad y la oferta gastronómica con un área gratuita para autocaravanas. Si bien el número de plazas podría ampliarse, el hecho de contar con un espacio oficial ya es visto como un avance en comparación con otras regiones donde estacionar resulta mucho más complicado.


Balance y calificación

En una evaluación global, Cangas de Onís se lleva altas calificaciones en los aspectos más relevantes para los viajeros en autocaravana:

  • Ubicación: 5 estrellas. A solo 300 metros del centro y con fácil acceso a transporte público hacia los principales atractivos turísticos.

  • Servicios: 3 estrellas. El área cuenta con lo básico (vaciado y llenado de aguas), pero carece de baños y duchas.

  • Relación calidad-precio: 4 estrellas. La gratuidad del parking compensa la falta de servicios, aunque en temporada alta la saturación puede restar comodidad.

En resumen, Cangas de Onís es una alternativa perfecta para quienes buscan explorar Asturias en autocaravana, siempre que se viaje en temporada baja o se tenga paciencia frente a la masificación.


Un futuro por definir

El auge del turismo en autocaravana plantea un reto para destinos como Cangas de Onís. La necesidad de ampliar plazas, mejorar servicios y gestionar de manera sostenible el flujo de visitantes es cada vez más evidente. El ayuntamiento se enfrenta al desafío de equilibrar la preservación del entorno con la creciente demanda de infraestructuras.

Mientras tanto, los viajeros continúan llegando atraídos por la promesa de un lugar que combina historia, naturaleza y vida moderna. Porque, más allá de la polémica, Cangas de Onís conserva algo esencial: la capacidad de sorprender y de ofrecer experiencias que permanecen en la memoria del visitante.

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