Un destino ideal para viajeros sobre ruedas
Ubicada en el corazón de la Comunidad Valenciana, Peñíscola es uno de esos lugares que logran combinar historia, playa y tranquilidad en una misma postal. Sus murallas, su castillo y sus playas de arena fina la convierten en un destino que encanta tanto a los turistas tradicionales como a los viajeros en autocaravana.
En esta ocasión, visitamos un parking para autocaravanas que, sin ser un área completa, ofrece lo necesario para disfrutar de la costa mediterránea con comodidad y sin gastar demasiado.
Un parking con lo justo, pero en el sitio perfecto
Lo primero que hay que aclarar es que no se trata de un área de autocaravanas propiamente dicha. Aquí no se permite desplegar mesas, sillas ni toldos, y tampoco hay conexión eléctrica disponible. A eso se suma la falta de sombra, algo a tener en cuenta especialmente en los meses de verano, cuando el sol valenciano no da tregua.
Sin embargo, esas limitaciones se compensan con una ubicación privilegiada. El parking está situado a apenas 150 metros de una playa amplia, limpia y de arena fina, perfecta para pasar el día. Además, se encuentra a medio camino entre la zona comercial y el casco antiguo de Peñíscola: a la izquierda, a unos 700 metros, hay bares y tiendas donde disfrutar de una cerveza al atardecer; y hacia la derecha, a solo dos kilómetros, el histórico centro de la ciudad espera con sus callejones empedrados y el inconfundible castillo del Papa Luna.
Servicios básicos pero bien cuidados
Pese a ser un parking, las instalaciones están en muy buen estado. Los espacios de estacionamiento son amplios, permiten maniobrar sin dificultad y ofrecen una distancia razonable entre vehículos. El área de cambio de aguas resulta cómoda, limpia y bien organizada, con una adecuada separación entre el punto de agua potable y el de vaciado químico, un detalle esencial que muchas veces se descuida.
Los baños, aunque solo son dos, se mantienen limpios y abastecidos, con papel higiénico disponible y una higiene regular. Todo esto está supervisado por personal en horario continuo, de 8:00 a 21:00 horas, lo cual elimina los problemas típicos de las máquinas automáticas.
Por las noches, el recinto se cierra para mayor seguridad, aunque el portón puede abrirse si se desea salir a cenar o dar un paseo. En definitiva, un lugar sencillo, funcional y tranquilo, ideal para una estancia corta o una parada estratégica en ruta.
Peñíscola: historia, mar y encanto mediterráneo
A solo unos minutos en bicicleta o caminando, Peñíscola despliega todo su atractivo. Su casco antiguo, rodeado por murallas que datan de la época templaria, invita a perderse entre sus calles estrechas y balcones floridos. En lo más alto, el castillo del Papa Luna domina el paisaje. Construido en el siglo XIII por los templarios, fue posteriormente residencia del papa Benedicto XIII, conocido como el Papa Luna.
El castillo se conserva en excelente estado y ofrece vistas impresionantes del mar y la bahía. La entrada es económica y hay descuentos para jubilados. Además del castillo, Peñíscola ofrece playas extensas, chiringuitos animados, restaurantes, y un ambiente que combina turismo y calma.
Todo esto convierte a la ciudad en un destino perfecto para quienes viajan en autocaravana y buscan equilibrio entre comodidad, precio y ubicación.
Una opción económica para disfrutar del Mediterráneo
En nuestra visita de mayo de 2023, la tarifa fue de 8,50 euros por noche, incluyendo el estacionamiento, el cambio de aguas y el acceso a los baños. Teniendo en cuenta la ubicación y el entorno, es un precio difícil de igualar.
Este parking demuestra que no siempre se necesita lujo para disfrutar de un gran destino. Con los servicios básicos bien resueltos, buena limpieza y un entorno excepcional, se convierte en una opción muy recomendable para quienes buscan descubrir Peñíscola con presupuesto ajustado.
Nuestra opinion:
Peñíscola es mucho más que un destino de playa: es historia viva, buena gastronomía y un rincón donde el Mediterráneo se muestra en su mejor versión. Y aunque el parking no ofrece todos los servicios de un área completa, su ubicación, su precio y la calidad de sus instalaciones hacen que valga la pena detenerse unos días.
Ideal para quienes viajan con espíritu práctico, este rincón valenciano demuestra que a veces, con poco, se puede tener todo.
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