Trasmoz, el pueblo maldito que apuesta por las autocaravanas #56

Un pueblo con historia… y misterio

A los pies del Moncayo, en la provincia de Zaragoza, se levanta Trasmoz, un pequeño pueblo aragonés que parece detenido en el tiempo. Rodeado de montañas y coronado por un castillo medieval, su historia es tan fascinante como oscura: fue excomulgado por la Iglesia y declarado “pueblo maldito” en la Edad Media, acusado de brujería y herejía.

Hoy, sin embargo, Trasmoz busca dejar atrás ese pasado legendario para abrirse al turismo itinerante. El ayuntamiento está construyendo un área de autocaravanas moderna y funcional, que promete convertirse en una parada obligada para quienes recorren Aragón sobre ruedas.

Como dice Carlos, de Autocaravana Práctica, “solo las vistas al castillo ya justifican la visita, pero el área, además, tiene un diseño pensado al detalle”.


Una obra en marcha, pero muy avanzada

El área de autocaravanas se encuentra en fase final de construcción, aunque ya está abierta al público. Eso permite disfrutar de muchos servicios de manera gratuita mientras se ultiman los trabajos.

El aparcamiento principal puede albergar entre 10 y 12 autocaravanas, y ocho de esas plazas destacan por su franja lateral de césped artificial, que aporta comodidad y un toque estético que recuerda a las mejores áreas del norte de Europa.

El suelo, completamente de placas de cemento, evita problemas de barro o desniveles, y la amplitud de los espacios permite estacionar incluso vehículos grandes. Solo la entrada presenta cierta dificultad, ya que de momento el acceso es por una pista de tierra con algo de pendiente, pero se espera que pronto quede asfaltada.


Servicios modernos y fáciles de usar

Durante la construcción, el estacionamiento es gratuito, aunque ya se ha instalado la barrera de acceso, por lo que en el futuro será de pago. La esperanza es que el sistema sea sencillo y económico, sin complicaciones de aplicaciones móviles o registros en línea.

El área cuenta con electricidad a través de máquinas de monedas, con un coste de 4 euros por 24 horas. Si el viajero desea prolongar la estancia, puede añadir monedas antes de que termine el tiempo y sumar horas adicionales sin reiniciar el contador.

El vaciado de aguas grises y negras es gratuito, mientras que el agua potable cuesta 1 euro por 100 litros. Durante los meses fríos, el suministro puede estar temporalmente cerrado para evitar que las cañerías se congelen, ya que en invierno las temperaturas bajan fácilmente de los -3 °C.


Tecnología, sostenibilidad y detalles bien pensados

Pese a no estar inaugurada oficialmente, el área muestra un diseño moderno y funcional. Las luces nocturnas son de bajo consumo y sensibles al movimiento, lo que mejora la eficiencia energética y reduce la contaminación lumínica.

Todo apunta a que el sistema eléctrico funciona con energía solar, una apuesta ecológica poco común en áreas rurales tan pequeñas. Además, la sensación de orden y limpieza es destacable: el espacio es amplio, nivelado y con buena señalización.

A pocos metros, el ayuntamiento construye también una piscina municipal con baños, a la que los autocaravanistas podrán acceder directamente desde el área una vez terminada.


Un pueblo pequeño con alma grande

Trasmoz no cuenta aún con una gran oferta de servicios, pero sí con un castillo visitable gratuitamente y un bar-restaurante que sirve como punto de encuentro para los vecinos y viajeros.

Su historia, entre lo real y lo legendario, le da un atractivo especial. Brujas, maldiciones y antiguas excomuniones conviven hoy con un espíritu renovador que busca atraer visitantes y revitalizar la economía local.

El esfuerzo del ayuntamiento merece reconocimiento: ha logrado diseñar una de las áreas de autocaravanas más prometedoras de Aragón, con criterios de calidad y sostenibilidad que podrían rivalizar con las de países centroeuropeos.


Una parada que pronto será imprescindible

Todo indica que, una vez finalizadas las obras, Trasmoz se convertirá en un punto clave en las rutas del norte aragonés. La combinación de historia, naturaleza y un área moderna atraerá tanto a curiosos como a viajeros experimentados.

Con servicios bien pensados, espacios amplios y precios razonables, el área de Trasmoz promete consolidarse rápidamente como una de las preferidas de quienes recorren España en autocaravana.

Y si además se suma la magia del lugar, no cabe duda: el “pueblo maldito” está destinado a convertirse en un destino bendito para los viajeros sobre ruedas.

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