Ingenio al servicio del viajero
Viajar en autocaravana en verano puede convertirse en un desafío cuando el termómetro supera los 35 °C. El espacio reducido, las superficies metálicas y la exposición directa al sol hacen que el interior se caliente con rapidez. En este contexto, Carlos, creador del canal “Autocaravana Práctica”, presenta una solución económica y funcional para quienes buscan aire acondicionado sin gastar más de 200 euros.
El invento, que él mismo define como “un apaño transitorio, casi una chapuza”, demuestra que con ingenio y algunos materiales sencillos es posible lograr un sistema efectivo de climatización sin modificar la estructura del vehículo.
Las alternativas tradicionales: caras o poco prácticas
Los sistemas más comunes —como los aires acondicionados de techo o los modelos fijos domésticos— requieren una inversión que supera los 2.000 euros, además de una instalación compleja que incluye perforar el techo de la autocaravana.
Otra opción son los equipos portátiles tipo split, más compactos y con resultados variables según los usuarios, aunque suelen ser delicados y poco adaptables al movimiento constante. Frente a ello, los aires portátiles convencionales, que se encuentran fácilmente en tiendas o plataformas como Amazon, ofrecen una alternativa accesible por unos 180 a 200 euros, con la desventaja de necesitar una salida permanente para el aire caliente.
Una salida ingeniosa por la ventana
El reto principal de estos equipos es evacuar el aire caliente sin perforar el vehículo. La propuesta de Carlos consiste en fabricar una “ventana falsa” de policarbonato alveolar, un material resistente, económico y fácil de trabajar.
Con una placa de 6 o 10 mm, cortada a medida de la ventana existente, se puede crear un marco aislante donde encajar el tubo de salida del aire acondicionado. El material se corta con una amoladora o cúter, cuidando no dañar ni rayar las superficies originales. Para sellar el conjunto, se usa cinta adhesiva tipo duct tape, suficiente para mantener la instalación estable y evitar fugas de aire.
El resultado: una solución reversible, sin agujeros permanentes y con un acabado sorprendentemente limpio.
Instalación paso a paso
Carlos ubica el aparato bajo la mesa del comedor, donde encaja perfectamente y puede expulsar el aire caliente por la ventana superior. Cada autocaravana es diferente, por lo que el principio es adaptarlo al espacio disponible.
Recomienda medir dos o tres veces antes de cortar, proteger los ojos y el rostro durante el trabajo, y conservar la película plástica protectora del policarbonato hasta el final para evitar rayones.
Una vez instalada la placa y abierto el orificio circular para el tubo, se monta el adaptador incluido en el kit del aire acondicionado, que suele tener un diámetro de unos 15 centímetros. El ajuste debe ser preciso para que no haya pérdidas de eficiencia.
Funcionamiento y rendimiento
Los aires acondicionados portátiles económicos no son los más eficientes energéticamente, ya que extraen aire interior caliente y lo reemplazan por aire exterior igualmente cálido. Sin embargo, en la práctica, logran reducir la temperatura interior entre 5 y 7 °C, suficiente para mejorar el confort en los días más calurosos.
En cuanto al consumo, un equipo de este tipo ronda los 1.200 W, aunque puede requerir hasta 2.000 W al arrancar debido a su compresor. Por ello, no es recomendable usarlo con baterías e inversores, salvo que se cuente con un sistema de energía muy potente. En cambio, con una conexión eléctrica de 10 amperios en un camping o área de autocaravanas, funciona sin problemas.
El nivel de ruido varía entre 50 y 65 decibelios, equivalente a una conversación normal, por lo que resulta tolerable tanto dentro como fuera del vehículo.
Resultados y conclusiones
Tras la instalación, el sistema funciona de manera efectiva: enfría el ambiente, no genera ruidos excesivos y se integra bien al mobiliario. Aunque no es una solución definitiva ni eficiente a largo plazo, cumple su objetivo principal: ofrecer aire fresco sin gastar una fortuna ni modificar la estructura del vehículo.
Carlos concluye con un mensaje claro: la idea no es competir con los sistemas profesionales, sino ofrecer una alternativa accesible, desmontable y práctica para quienes buscan comodidad en verano. Una solución temporal que puede desmontarse en otoño y reutilizarse incluso en casa.
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