El Funeral del Glaciar y la Paradoja de Suiza: De 25 CHF a la Noche Gratis en Moiry #153

Glaciares que Agonizan y el Mecanismo Siniestro del Turismo Masivo

 

Suiza, con su incomparable belleza alpina, es un imán natural para el viajero. Sin embargo, la búsqueda de lugares únicos y vírgenes se ha convertido en una quimera. El turismo es hoy un fenómeno de masas que, por definición, arruina aquello que busca admirar, transformando el viaje en una colección de lugares. Esta dinámica no convence a nadie: ni a los residentes, ni a los ecologistas, ni siquiera a los propios turistas, que se sienten parte de un «siniestro mecanismo».

Nuestra expedición se dirigió al imponente Glaciar de Moiry, en los Alpes, con un ánimo que se asemejaba al de asistir a un funeral. Después de décadas admirando estas moles de piedra y hielo, sabemos que los glaciares, antes percibidos como un ejército invencible, hoy agonizan, vencidos por una acción humana que no parece advertir que el siguiente en la lista de víctimas es el propio ser humano. Nuestro objetivo era encontrar un lugar que honrara la majestuosidad del entorno, alejado de las multitudes, y, a ser posible, que se ajustara al presupuesto de un país tan costoso.

Ascenso al Moiry: La Búsqueda de un Estacionamiento Legal en el Valais

 

Para alcanzar el Valle de Moiry, es necesario abandonar la autopista A9, que forma parte del sistema de peaje suizo que requiere la viñeta anual obligatoria. La ruta nos lleva a través de valles longitudinales hasta la comuna de Grimentz. Desde ahí, el viajero debe elegir entre el Glaciar de Zinal o, como en nuestro caso, Moiry.

Elegimos Moiry porque teníamos conocimiento de que, a pie de glaciar, existía uno de los pocos estacionamientos que permitían la pernocta legal de autocaravanas. Nuestra meta era clara: dormir a los pies de un glaciar, una experiencia que se ofrece pocas veces en la vida. Aunque sabíamos que el espacio era limitado y el costo algo elevado (estimado en unos 25 CHF) para los escasos servicios ofrecidos, el valor intrínseco de la ubicación justificaba la inversión.

 

La Decepción del Hub Turístico: 25 CHF por una Plataforma de Piedra

 

Lamentablemente, la expectativa se estrelló contra la realidad. A pesar de haber llegado temprano, el lugar ya estaba invadido por una multitud de gente que, ingenuamente, no esperábamos. La zona, lejos de ser un retiro montañés para expertos, estaba llena de parejas con perros, jóvenes en busca de la selfie perfecta, e incluso la temida presencia del turismo grupal. En definitiva, un lugar turístico más, donde el objetivo era simplemente «estar», sin importar el costo.

El autocaravanista se enfrentaba a una plataforma de piedras, sin apenas espacio delimitado. Lo más frustrante era la desproporción entre el precio (cuya señalización era una obsesión municipal) y los nulos servicios. Por los 25 CHF que se solicitaban, solo se ofrecía una base rocosa sin marcar y ningún servicio adicional. El único baño disponible estaba a 500 metros, y peor aún, no había agua potable para abastecimiento.

En este rincón de los Alpes, incluso los suizos han entendido que el turismo masivo impone sus propias reglas: si a la gente «le gusta» pagar caro por casi nada, se le cobrará todo lo que sea posible. A pesar de la frustración por la falta de valor, las vistas desde Moiry son innegablemente espectaculares, y el lugar sirve de punto de partida para excelentes caminatas. No obstante, al encontrarnos con el precio de la masificación, decidimos retirarnos.

 

Una Estratégica Retirada: La Búsqueda del ‘Gratis y Legal’

 

Nuestra autocaravana y nosotros habíamos hecho un esfuerzo considerable para llegar a esta altitud. No obstante, la consigna de nuestros viajes es clara: ahorrar todo lo posible para poder viajar aún más. Por ello, la decepción del parking de pago se convirtió en el motor para continuar la búsqueda. Sabíamos que, justo un poco más abajo, existía un auténtico rara avis: uno de los pocos estacionamientos gratuitos y legales para autocaravanas en toda Suiza.

Este aparcamiento, ubicado en la base de la conocida Vía Ferrata de Moiry, se convirtió en nuestra meta. Una Vía Ferrata es un sendero de montaña equipado de manera permanente con clavos, grapas y cuerdas de acero, lo que permite a montañistas con poca experiencia escalar rutas expuestas o totalmente verticales que normalmente requerirían equipo y técnica profesional. Su popularización es, irónicamente, otra muestra de cómo el ambiente montañés, antes hermético, se ha abierto y masificado, llegando incluso a picos como el Monte Everest.

 

El Descubrimiento: Noche Perfecta con Cero Contaminación Lumínica

 

El parking de la Vía Ferrata era, tal y como esperábamos, totalmente gratuito y legal para pernoctar. Además, cumplía con la segunda promesa: cero contaminación lumínica.

La noche fue perfecta. Sin servicios, sí, pero con una paz absoluta. Solo otra camper nos acompañaba. Pasar la noche en este lugar, que parecía estar a 10.000 kilómetros de la civilización, y no en el corazón de los Alpes Suizos, fue un triunfo personal. La consigna de ahorrar y encontrar un lugar auténtico se había cumplido.

En un gesto de respeto por haber encontrado este oasis en la montaña, esta vez hemos decidido prescindir de la calificación y la opinión. Sería «irrespetuoso, casi obsceno», valorar un lugar que nos regaló lo más valioso: la soledad, el silencio y la majestuosidad de los Alpes, de forma totalmente gratuita.

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